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Silvestre Dangond cumplió con los niños de Fundevida

Tal como lo había prometido el cantante vallenato, Silvestre Dangond, llegó con ayudas para más de 178 niños de Fundevida, quienes padecen cáncer y otras enfermedades hematológicas.Colchones, toallas, artículos para el aseo personal, computadores y hasta una sala de juegos donó Dangond a esta fundación, que lleva 10 años sosteniéndose con los aportes de personas y entidades particulares que colaboran con esta buena causa.

A las 3:30 p.m. llegó a las instalaciones del lugar el polifacético artista usando jean, camiseta verde, zapatos deportivos, gorra y gafas oscuras.

Se dirigió directamente a los niños y jóvenes que lo esperaban más que por las ayudas que traía, por compartir un rato con él.

«Más que las cosas materiales, yo sé que mi presencia también los fortalece para seguir adelante. Soy consciente de que muchas fundaciones se encuentran desamparadas y yo sé lo que es esto porque tengo una fundación que se llama ‘Silvestrista de Corazón Grande’ de la que hace parte toda la familia silvestrista, todos mis seguidores. Dios me puso en el corazón que los ayudara, y aquí estoy colaborándoles», expresó Dangond.

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Júbilo infantil

Hader Valdiris Rodelo, un joven que está en tratamiento en la fundación, no ocultó su alegría al ver a uno de sus cantantes preferidos.

«Me parece muy chévere, por fin pude conocerlo, a mi me gusta mucho su música», dijo, en tono alto por el entusiasmo, Hader, de 13 años de edad.

Así mismo, Melany Sandoval, de 8 años de edad, sostuvo que «me parece bueno que haya venido, porque me gusta mucho lo que canta y porque se acordó de nosotros».

Silvestre arribó a la Fundación, luego de que se enterara que Libardo Ortega Corrales, un niño que está en etapa terminal, tenía el sueño de conocerlo.

Sin embargo, cuenta Nacira Villadiego, directora de Fundevida, que Silvestre al notar el estado en el que se encuentra la Fundación le pidió una lista de las necesidades primordiales que ellos tenían.

«Él vino a cumplir el sueño de uno de nuestros niños. Cuando llegó se percató de que nos faltan muchas cosas para poder funcionar como realmente se necesita, entonces nos pidió un listado de las cosas que nos faltan en la fundación, se la mandamos y nos dijo que nos haría entrega de esos artículos y cumplió», explica Villadiego.

Dangond les llevó también camisetas rojas con mensajes «silvestristas» a los niños que no dudaron en ponérselas enseguida.

«Yo supe que un niño silvestrista que está aquí quería conocerme y vine para eso, luego de eso vi que necesitaban algunas cosas para funcionar bien y aquí estoy nuevamente pero ya con lo prometido en especie», concluyó El Original.

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