LA GRANDEZA DE UN CANTOR ROMPIÓ TODO PRONÓSTICO QUE AUGURABA FRACASO. DIOMEDES DÍAZ SE REAFIRMÓ EN EL PRIMER LUGAR.

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Hay tantas formas literarias dando vuelta en mi cabeza para empezar este diagnóstico, que podría empezar diciendo, que con un “Pobre Loro” Diomedes Díaz volvió a enganchar el vallenato en Bogotá.

Pero prefiero profundizar aun más en cuanto a eso respecta, manifestando que Álvaro López, puso excelentemente el retoque que “Listo Pa´ la foto” como obra musical, necesitaba para entregar una propuesta vallenata diferente a la que veníamos escuchando en los últimos tres años, con algunas excepciones por supuesto, y entre ellas, la producción de Poncho y Cocha Molina.

Y manifiesto que es una propuesta diferente, porque Álvaro López al lado de la máxima figura del canto vallenato, demostró, que se puede hacer folclor, que se puede hacer música parrandera, que se puede hacer vallenato contemporáneo, sin necesidad del exagerado ruido estridente que hoy identifica a muchos acordeonistas.

Por su lado, Diomedes Díaz reafirma una vez más, que su estilo, que su forma de cantar acompañada de la jocosidad innata de sus saludos, es el estilo vallenato que más gusta en Colombia, que ese estilo es el único capaz de meterse en muchos hogares colombianos, no solo a través de las ondas hertzianas, sino también en una canasta de esas que llevan productos de primera necesidad, porque sus seguidores lo compran no importa el precio que lleve.

No voy a hablar mal de Iván Zuleta, puesto que he escrito para él, reconociendo su talento con el acordeón, y no se me vería ni regular diciendo lo contrario ahora por no estar al lado de “El Cacique”; pero sí creo que esta nueva producción, solamente con los dos adelantos “La enganchá” y “Corazón sangrante” ya empezaba a superar en voz y acordeón la pasada producción titulada “La voz”. Creo también que el momento anímico de Diomedes en ese entonces, influyó mucho, pues hoy Diomedes con menos problemas y mejor salud, motiva a su compañero de fórmula hacer cosas bonitas como las que hizo Alvarito López, que desde ya está “Listo Pa´ la foto” que se enmarcará en la galería de honor de los mejores acordeonistas que ha parido el folclor más representativo de Colombia.

Creo que el “Pobre loro” no era tan pobre de talento, pues Álvaro López, dejó callado a más de uno que no creía, que el hijo de La Paz, podía entregar una gran digitación al lado de Diomedes Díaz, y vaya que calló a más de uno, menos a mí, porque conociendo lo que hizo al lado de Jorge Oñate, ya había escrito por ahí, que el hijo de Miguel López era prenda de garantía para una grabación muy vallenata, como en efecto quedó demostrado.

Sería una utopía pretender escuchar a Diomedes Díaz cantar con el mismo brillo de hace 20 años, pues los años no perdonan a nadie; pero la alegría y las ganas aún se conservan en el hombre que ha dado más regocijos cantando al pueblo colombiano. Diomedes ya no está preso, Diomedes ya no está enfermo, sus problemas emocionales van en un amplio camino de superación, por eso no debe ser sorprendente que haya hecho una gran propuesta musical al lado de Álvaro López.

Tampoco voy a decir que “El Cacique” está 100% recuperado; pero si va con pasos agigantados hacia la emancipación de sus actos, que otrora, desdibujaron su imagen musical.

Les puede decir a los seguidores de verdad del más grande. Que así y todo con las secuelas que deja todo problema de salud, Diomedes Díaz, se reafirma en el primer lugar donde no se ha demostrado todavía, que alguien haya ocupado el puesto siquiera transitoriamente, y que contrario a la locura de aquellos que ven a “El Cacique” como el arroyito más caudaloso y difícil de cruzar para posicionar ese vallenato estridente en nombre de la renovación, proponen un retiro inminente de este gran artista, más bien, este es el inicio de una segunda etapa que nos advierte, que de seguir así como va, para la próxima producción debe encontrarse al 100% y pretender atajarlo, ahora si va a ser más difícil de lo que muchos piensan.

Solo me resta decirle a grandes cantantes como Jorge Oñate, Poncho Zuleta y Beto, que regresen a ese estilo que los hizo grande, que cojan el ejemplo de Diomedes, que con dificultades y todo, que con bombardeo mediático en su contra, jamás de los jamases se alejó de las raíces vallenatas que lo hicieron crecer, y hoy reafirma ese compromiso musical con el folclor, que sigue siendo el único artista vallenato, que todavía hace una producción con compositores de la vieja guardia, con esos que Jorge Oñate, Poncho y Beto, “Ya han desechado” pese a que contribuyeron a sus grandezas. Creo que Beto Zabaleta entendió que para el zapatero su zapato, que dio mucha ventaja queriéndose meter en un mundo renovado que no le pertenecía, que a lo tuyo tú, y por eso muchos nos alegramos de su regreso con Beto Villa, pues sabemos y estamos seguros, que esa unión fortalecerá aún más, el vallenato de verdad. Ese vallenato que a la gente le agrada escuchar porque no es lesivo para el oído humano.

Por: Nelson Armesto Echavez