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Ese es mi compadre Pipe, no me joñe!

Mis panas salseros, los fundamentalistas, me van a fusilar cuando lean el título de esta columna porque pensarán que estoy dejando la salsa para volverme vallenatero, pero sé que al final se la pillarán.

Se trata de un rollo mío con lo que se conoce como ‘vallenato’, el cual conozco desde mi niñez. Siempre me ha parecido que lo que en últimas lo define -más allá del acordeón, la guacharaca, la caja y el ritmo- es la lírica. En mi infancia en ‘La Samaria’ crecí escuchando las composiciones y la mitología de los reconocidos como “juglares vallenatos”. Los pioneros: Francisco El Hombre, Juan Solano, Luis Pitre,
Pedro Nolasco Martínez y, después, Emiliano Zuleta, Lorenzo Morales, Alejo Durán, Calixto Ochoa, Abel Antonio Villa, Toño Salas. No importaba si el ritmo era puya, paseo o merengue, se trataba de vallenato con buena letra.

Un cierto día, todo se salió de madres y el vallenato se convirtió en un fenómeno cultural, social, económico, muy complejo en el que hubo de todo: desde composiciones de una cierta hechura poética hasta niveles de vulgaridad inenarrables. En ese ‘Big Bang’ del vallenato la música alcanzó tales niveles de desarrollo que nos tienen escuchándolo con timbales, piano, metales, violines. La gran perjudicada fue la lírica. Con el respeto que me merece todo artista, debo decir que la cosa llegó al extremo en que cualquiera se creyó compositor vallenato y, ay, mi madre, hemos escuchado lo divino y lo humano. Eso me alejó de la actualidad, me refugié en los clásicos y me volví selectivo con el vallenato que quería escuchar. Aunque de manera pasiva, en el picó del vecino, seguía escuchando lo que estaba de moda.

Fue así como fui conociendo al cantautor Felipe Peláez. Lo primero que fue llamando mi atención, por supuesto, fue su composición, la forma de elaborar las metáforas para hablar de la belleza, el sentimiento o la ironía. Uno siente que en esa forma de decir hay trabajo de compositor, de autor que no se conforma con la idea inicial y la decanta hasta llevarla a la sencillez que captura. Lo siguiente, fue su estilo, su sello personal, en lo que podría denominarse “vallenato urbano contemporáneo”, las nuevas composiciones que están distantes de lo rural e imbricadas en los recovecos de la ciudad. El canto al amor no es ya aquella cosa inocente del campo sino que se inscribe en la neurosis de la capital. Peláez es brillante, agudo, sutil, sublime, creando metáforas de neón, símiles de hormigón.

Lo he visto en presentaciones en vivo desde bien cerca, en las primeras filas, y he podido apreciar en detalle su trabajo como artista. Es un profesional serio, muy respetuoso del público y de sus músicos,
jamás un gesto fuera de lugar, nunca la vulgaridad. Sobrio en el escenario, concentrado en su trabajo, su show se basa en la lírica, no en la morisqueta. Es un buen estímulo para regresar.

Felipe Peláez me ha devuelto el vallenato que se me había perdido. Ya tengo su reciente CD, original, contra la piratería, y me voy a sentar a estudiarlo este fin de semana con par frías. Contagiado con este nuevo aire del vallenato permítaseme un grito de parranda con acordeón: ¡Ese es mi compadre Pipe, nomejoñe!

Escrito por Haroldo Martínez para El Heraldo

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4 Comentarios

  1. De una manera simple el escritor de este articulo define el vallenato lirico, romantico, y de cache por asi decirlo de Pipe Pelaez, un artista diferente con estilo propio que no esta inmiscuido en las rensillas actuales de cual es el mejor, porque el en silencio pero con mas que palabras se hace un lugar particular. Arriba el vallenato de Cache sin tanta griteria de Pipe Pelaez.

  2. No te parece que escogiste al peor interprete de lo que se puede llamar VALLENATO para expresar tus sentimientos, porque eso que te vas a volver VALLENATERO por escuchar el CD de felipe Pelaez no lo entiendos, quiero aclarar que el cd de Felipe esta muy bueno, lo que no comparto es todas estas palabras como si se estuviera del mejor representante del genero como tal, claro esta no voy a decir que tienes que hablar del vallenato viejo porque eso es clase aparte, pero si estas palabras te las hubiese despertado el cd de oñate o zuleta o incluso el ultimo cd de Piter o Silvestre que esta muy bueno, pero estas hablando de un artista que si bien es cierto es bueno no es para que alguien diga que luego de ser salsero se combierta en valletare por este tipo de interpretaciones que son mas Fusion de Balada (de Radio Tiempo) con Valletao, espero que me entiendas la Idea.

  3. Excelente articulo!!! Habla del crecimiento del vallenato… como un arbol, mantiene las mismas raices pero ahora da frutos, da sombra, es el mismo pero mayor… ya no podemos hablar del amor q sucedio bajo un palo e’mango pq desgraciadamente los tiempos cambiaron, ahora el amor nace en una discoteca o en un centrocomercial etc… ya no se mandan papelitos si no mensajes de texto etc…
    Felipe Pelaez, ORGULLO MAICAERO!

  4. Mi amigo Jaider, me parece que el que no entendíó la columna (tal vez ni la leyó) fue usted. El amigo Haroldo Martinez (quien, por cierto, no es ningun pintado en la pared), explica claramente que dado el desarrollo, a veces desordenado, del vallenato él se volvió selectivo, se decidió por los clasicos,´aunque no dejaba de escuchar lo que los demás ponian por la simple razon de que cada quien oye lo que quiere, y fué ayí donde descubrió a Pipe Pelaez, primero como compositor y luego como cantaautor, y ambas cosas de él le gustaron. En ninguna parte dice que se volvió o volverá vallenatero por la musica de Pelaez. Lo que dice es que los que lo conocen como salsero se van a extrañar de que escriba sobre vallenato porque precisamente él no es vallenatero, y luego explica que la lirica, la poesia, es lo que a su juicio identifica al vallenato (cosa en la que creo no está equivocado, aunque yo no dejaria de lado caja, guacharaca y acordeon), y de Pipe Pelaez le atrajo eso, su lirica propia y la que escoge para sus albumes musicales. ¿Cual es el problema? ¿Que no le gusta lo que usted cree que es lo mejor del vallenato? ¿Acaso no leyó la parte que dice: «su show se basa en la lírica, no en la morisqueta»? No soy fanatico de Pipe Pelaez sino del Maestro Jorge oñate, pero debo reconocer su trabajo serio, profesionalismo, dedicasion, su vision y sus logros.

    El detalle de todo esto es que gustenos o no, en el vallenato hay dos corrientes, tal y como las hubo hace años: Los Artistas de un formato mas informal, que contagian a la gente de buena energia y ponen a la gente a delirar en sensaciones, de los que se puede esperar cualquier arrebato vulgar, incluso contra sus seguidores y colegas; y los Artistas integrales, que tuvieron la vision e inteligencia de entender que el Vallenato se expandió por Colombia y el mundo, y que hay gente esperando otro tipo de show, mas sobrio y formal sin que sea aburrido. Y este ultimo es un movimiento que cada dia toma mas fuerza en todas partes donde suena un acordeon, porque gustenos o no, el vallenato ya no es patrimonio solo de los valduparences y guajiros, el vallenato se roba el corazon de quien lo escucha. El precursor de todo este movimiento fue el Binomio de Oro, cuando Rafael Orozco e Israel Romero se arriesgaron sacando una portada de LP y se montaron por primera vez en tarima vestidos de Gala para interpretar una musica que hasta ese momento se decia era de corte popular, fué ahí donde se rompieron los esquemas, y es gracias a esto que hoy en dia el vallenato se escucha en toda colombia, y en gran parte del mundo, TODO EL VALLENATO. Este es el precio a pagar, y esta es la gran discusión del vallenato, del festival de la leyenda, y de los defensores tanto de uno y otro bando.