«Los cambios son difíciles, pero necesarios»: Silvestre

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En diez años de labores artísticas que cumple por estos días Silvestre Dangond, son muchas las enseñanzas de las cuales se ha nutrido este artista, quien recibe las críticas y los elogios con tranquilidad y mesura.

Ya ha pasado mes y medio de trabajo entre Dangond y Rolando Ochoa, a quien el cantautor de vallenato llama R-8, y aunque no ha sido fácil poder tener contentos a todos los “Silvestristas”, poco a poco los van conquistando con buena música, talento y carisma.

A manera de celebración, por su primera década de vida artística, lanzó un DVD/CD con lo mejor de las canciones realizadas de la mano de Juancho de la Espriella, con quien han tenido algunos roces por esta separación musical, pero a quien le agradece su entrega, dedicación y talento siempre al servicio de este proyecto artístico.

Sin planes de una nueva producción a corto plazo, están trabajando para que la química musical se complete en los escenarios y así poder seguir haciendo historia en un género cada vez más competitivo, donde tienen claro que no es el momento de dar ventaja alguna.

Colprensa dialogó con Silvestre Dangond y Rolando Ochoa (R-8), sobre lo que han sido las primeras semanas de trabajo juntos, el público, así como del legado de Calixto Ochoa, padre del acordeonero.

Nueva etapa

Con el paso del tiempo, ¿Cómo asume este cambio en su carrera artística?

—Todos los cambios se hacen para mejorar, porque este cambio no ha sido por capricho. Se cumplió un ciclo y la inspiración necesita refrescarse, y eso es lo que estoy viviendo con Rolando Ochoa (R-8), que todo es nuevo, todo fluye de manera espontánea y vertiginosa, como ocurrió cuando me uní a Juancho de la Espriella.

¿Qué lo motivó a dar el paso para el cambio?

—Cuando caes en la monotonía tienes que abrir los ojos y ser consciente que necesitas cambios, y hay que hacerlos a tiempo. Cuando sales del gusto de la gente es difícil recuperar esa confianza, no hay que esperar que pase tiempo, porque el éxito te adormece.

No quería caer en eso, en empezar a vivir de un catálogo de diez años de éxitos que cumplimos, por lo que el cambio te hace exigirte el doble porque de cierta forma estas volviendo a comenzar, pero ahora con una experiencia de diez años encima.

Las redes sociales permiten conocer lo que el público piensa casi de inmediato… ¿Qué opinan los silvestristas de este cambio?

—Debo entender bien el sentimiento de cada seguidor. Algunos les dolió la separación, pero ya con mes y medio junto a Rolando Ochoa, R-8, como le digo yo, la han asimilado y entendido, lo que era comprensible, por lo que soy muy prudente en lo que digo.

¿Por qué Rolando Ochoa?

—La idea venía desde hace años, había una química musical en la que sentíamos que algún día haríamos algo juntos, pero sin forzar la situación, lo cual se ha perdido mucho en el vallenato, pues muchas uniones se dan por conveniencia, estrategia o billete, pero en este caso es pura química musical que sabemos que dará muy buenos resultados. Extraño la costumbre de parrandear en el patio de una casa, tocar toda la noche y que de ahí salieran las uniones vallenatas, las más legendarias. Ahora, parece que fuera sólo por purita conveniencia económica, y eso no va conmigo.

Todo se da a su debido tiempo. Con Juancho en diez años dimos todo de nosotros y cada uno tomó su camino, luego de una década juntos que ahora no es común que suceda. Siempre valorábamos nuestro trabajo y había muy buena convivencia con él. Ahora, espero durar muchos años con R-8, que el cambio me está ayudando a seguir aprendiendo más, conociendo más y eso dará muy buenos resultados.

Un paso más para R-8

¿Cómo se ha sentido Rolando Ochoa, ahora trabajando de la mano de Silvestre?

—Rolando Ochoa (R-8): Creo que ha sido una carrera exitosa para mí, pues no me había tocado trabajar con alguien reconocido, pero sentimos que de los proyectos pequeños que comenzamos, los hicimos grandes, con proyectos muy chéveres con Martín Elías, ayudando a madurar y formar.

A veces uno cree que lo sabe todo, pero llegué con Silvestre y me di cuenta que hay nuevos retos, nuevas ideas, con conceptos diferentes y con toda la oportunidad de crecer y aprender.

Antes de su andar por el vallenato, usted venía interpretando el acordeón en “Los Corraleros del Majagual”, ¿Cómo ha sido para usted esa mezcla de estilos?

—R-8: Empecé con Diomedes Dionisio Díaz en el vallenato, recién llegado de “Los corraleros de Majagual”, donde llegué reemplazando a mi padre, Calixto Ochoa. Un fuerte cambio, pero cuando logras hacer bien el género tropical y pasar al vallenato, haciéndolo igualmente bien, todo se encamina al crecimiento artístico personal.

Con sus años de trabajo musical, ¿Cómo ve el legado musical de su padre, Calixto Ochoa?

—R-8: Es sencillamente genial. Él nunca tuvo limitaciones, no se quedó con un estilo porque él no era músico componía en su diario vivir y a veces le salía una canción romántica y algunas otras alegres, como es la vida en sí.

—Silvestre: Para mí Calixto nunca tuvo un estilo definido y eso lo ha mantenido vigente. Es el mismo caso de Omar Geles, donde sus creaciones son impredecibles, pero siempre melodías originales.

¿Qué es lo que más le sorprende de las creaciones de Calixto Ochoa?

—R-8: Como una simple frase puede marcar una canción. A él le llegaban las cosas de forma muy natural, como el caso de “Penando en vida” que nació en la salita de la casa y por el lado de la frase: “Si alguna vez tu oyes dentro de tu alcoba un suspiro, esa es al pasión de un hombre que con amor te ha querido”.

—Silvestre: Siempre fue un campesino humilde, y eso fue parte del éxito de su legado, porque el dinero daña, pero él siempre tuvo el corazón sano, componiendo de sus vivencias y de lo que le rodeaba.

Eso es lo que uno nunca puede perder, lo que lo rodea, lo que te nutre, el abrazo del amigo del pueblo y la gente que te conoce desde chiquito. Yo he aprendido mucho de ello, como el tiempo para ir a visitar mi pueblo para sentirme en casa y con mi familia.

—R-8: Es increíble tanta sabiduría en un hombre de pueblo y que sólo estudió hasta cuarto de primaria, pero que logró canciones como “El Esqueleto”, con una descarga de verdades, sencillamente impresionante.

“De que nos sirve en la vida ser tan creídos si todo aquello se vuelve nada. Saben que todos nacimos pa’ ser difuntos y al fin y al cabo tarde o temprano toda esa grandeza siempre se acaba… Por eso es que todo el mundo pa’ mi es igual yo respeto al niño y respeto al viejo, le hablo al que tiene plata al que no la tiene al acomoda’o y al limosnero”…. Terminan Rolando y Silvestre cantando a dúo esta estrofa de “El Esqueleto”.

“Esas son letras de personas de corazón puro, que no necesitan de nada material para ser felices y que vivían dichosos de disfrutar de la luz de la luna”, complementó Dangond.

Ahora seguirán su recorrido musical, por diferentes partes de Colombia, por la infaltable cita del Festival Vallenato, así como compromisos en Estados Unidos y Brasil. Experiencia vital que sin duda les ayudará para la construcción de un trabajo discográfico a mediano plazo.

En sus diez años

Para cerrar la etapa del dúo vallenato Dangond y De la Espriella, Sony Music acaba de publicar un DVD/CD con un recorrido con lo mejor de sus canciones y videos, donde no podía faltar “La colegiala”, una canción que se mantuvo durante varias semanas como la número uno y que fue una de las más escuchadas por su letra, por su ritmo y alegría que caracteriza la música de Silvestre.

También se encuentra “La indiferencia”, un tema que refleja el romanticismo, una canción literalmente de despecho que enamoró y desenamoró a más de uno. Así como “Me gusta, me gusta”, una canción que refleja la alegría de Silvestre, la energía en cada escenario donde interpreta este tema.

“Gracias”, “La gringa” y “Mi amor eres tú”, también hacen parte de esta producción de 14 temas, 7 de ellos en vivo, con la recopilación de sus mejores presentaciones y video clips.

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