Juan Humberto Roís Zuñiga nació en San Juan del Cesar, La Guajira el 25 de diciembre de 1.958. Aprendió a tocar el acordeón a los cuatro años de edad, con un instrumento que tomaba prestado de su tía Nelly, quien quería aprender a tocar el acordeón sin poderlo lograr.
Su instinto de músico lo llevó poco a poco sacar notas y a los seis años le regalan un acordeón y allí comienza a sacar las melodías en particular la música de Alfredo Gutiérrez, a quien admiraba.
Conoce a Israel Romero quien le enseña algunas nociones musicales, con el tiempo, Juancho se transformó en un músico de mucha fuerza interpretativa. Participa en el Festival “Cuna de Compositores” de San Juan del Cesar, luego viene el Festival del Fique en la Junta Guajira.
Las personas que lo conocieron lo describen como un hombre noble, sencillo, carismático y amiguero. Su desprendimiento y nobleza se evidenciaron cuando participó en el Festival de la Leyenda Vallenata, cuando le prestó el acordeón a su contendor Julián Rojas, quien a la postre fue elegido rey vallenato de 1.991, y Juancho quedó en el segundo lugar.
A pesar de haber ejecutado con maestría el acordeón, con la interpretación de “Lucero espiritual” fue descalificado por un jurado ortodoxo que consideró que Juancho se dejó llevar por la “onda casetera”, desvirtuando la ejecución del paseo tradicional.
Grabó con reconocidas figuras como Elías Rosado, Juan Piña, Jorge Oñate y Diomedes Díaz, con quienes grabó 17 trabajos musicales. Dejó grabada en su voz y su acordeón, la producción musical “el Vallerengue”.
“El conejo”, apodo con que también fue conocido por la prominencia de sus dientes, también fue un destacado compositor que ganó el concurso del “Compositor del año” en San Juan del Cesar. De su autoría se destacan temas como “Soy el que te quiere”, “Por qué razón”, entre otros.
Se casó con la joven monteriana Jenny Dereix, pero la unión sólo duró 35 días pues la muerte lo sorprendió de manera trágica en un accidente de avión, en Venezuela el 21 de noviembre de 1. 994 a los 36 años de edad. De esa unión quedó un hijo.
En su lapida está inscrita el profundo cariño de sus familiares y seguidores por su prematura partida: “Lloramos tu ausencia, pero conservamos tus gratos recuerdos, porque fuiste muy bueno. En nuestro corazón perdurará tu sonrisa, tu bondad y tu nobleza”.
[youtube=http://www.youtube.com/watch?v=4YscdS6RG0c] Juancho Rois participando en el Festival VallenatoFuente: El Pilón
Grande Juancho Rois, pienso que debió ser rey vallenato, no habrá otro como él nunca en la vida, no lo conocí pero es mi ídolo en acordeón, es mi inspiración para aprender a tocar ese instrumento, sé que el desde el cielo me regalara sabiduría para hacerlo parecido a él porque igualarlo nadie puede ni podrá, se me eriza la piel al escribir esto pero Juancho Vive por siempre en los amantes de la buena música vallenata y de los que amamos ese instrumento; el acordeón.