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Jorge Celedón habla de la actualidad del vallenato, sobre los saludos en las canciones y su nuevo disco

Jorge Celedón responsable de los hits vallenateros ‘Ay hombe’, ‘Parranda en el Cafetal’ y ‘Sin Perdón’, estrena el disco ‘Sencillamente’, al lado de su nuevo acordeonero Gustavo García. Celedón,  potenciador del género en el exterior, ganador del Grammy Latino en 2007 en la categoría Cumbia- Vallenato, con un largo expediente musical que arrancó cuando niño y se ensanchó en los festivales vallenatos y durante su paso por El Binomio de Oro, hoy encumbrado por sus seguidores,  ofrece una placa que incluye composiciones propias y cortes de reconocidos autores, entre ellos Luis Egurrola y Wilfran Castillo.  Un disco en el que el artista se despoja de algunos atavíos sonoros anteriores, que  quiere hacer brillar la caja, la guacharaca y el acordeón, y que  busca emparrandar y llenar de sentimiento a toda su audiencia.

Hablamos con él.

A veces  se arman caravanas cuando un artista vallenato lanza un disco. ¿Usted las hace estrenando publicaciones?

Nunca he hecho caravanas. Son gratas para uno, pero no. Cuando Poncho Zuleta quien es de Villanueva mi pueblo, ganó el Grammy, allí le hicieron una, pues resulta que cuando yo me lo gano, voy llegando al pueblo y preciso: cipote caravana. Yo me  emocioné pero eso no es lo mío. Me alegró, pero no la hice. La hizo gente.  Hace parte de las expresiones de entusiasmo del público, como cuando no había internet, la gente hacían cola en Valledupar para comprar un  álbum de Diomedes Díaz, de los Hermanos Zuleta o de Jorge Oñate y el que llegaba a Villanueva de primero con el disco de acetato en la mano se convertía en un personaje, todo el mundo quería ver la carátula, era un show.

¿Alcanzó a publicar en pasta?

Sí. La primera grabación que hice fue el tema Drama Provinciano con Ismael Rudas y Daniel Celedón que se publicó en acetato  y casete. Cuando empecé con El Binomio de Oro ya no salían discos así, por esa época estaba terminando el auge de ese formato, creo que en ese tiempo al único que le prensaban el trabajo en  pasta era a Farid Ortiz.

Usted no saluda en sus discos…

No. En el primer disco, donde está la canción ‘No te olvidaré’, mandé un saludo, de ahí para adelante no lo hice más.

Recientemente surgió una polémica con respecto a los saludos en el vallenato, ¿qué opina al respecto?

La polémica era necesaria. No estoy en contra de los saludos, estoy en contra de la cantidad de los saludos y de que dañen los arreglos de las canciones. Y creo que si los van a hacer, hay que pulirlo, porque a la mayoría de artistas se les nota que van leyendo, que están como saliendo de un compromiso.  Pienso que hay que afinar más ese aspecto.  Además, la verdad es que fuera de Colombia, donde nosotros tocamos tanto, no es tan agradable el asunto de los saludos. Yo lo hago en vivo porque el vallenato en parranda era así, se decían cosas como: “compadre écheme el trago”, “compadre fulano de tal, bienvenido”, y lo llevaron al disco, de ahí nace el saludo pienso yo.  No sé si estoy equivocado, que me corrijan los que saben.  Pero ahora, ¡hasta nombran discotecas!, ya se pasaron.

Claro que hay canciones clásicas del vallenato, que si les quitan el saludo, me ofendo, porque suenan muy bien y ya hacen parte de ellas.  En los clásicos eran poquitos, dos o tres, ahora hay canciones que tienen 40 o 50, una barbaridad, entonces de eso no participo.  Por ejemplo, un disco así rotarlo en una emisora de Nueva York sería muy difícil, estamos compitiendo con unos géneros que están totalmente alejados de eso.

Hay grupos pequeños que financian sus discos a punta de saludos…

Pero si los saturan los dañan, deben hacer un esfuerzo y mermarlos.

Está trabajando con un nuevo acordeonero, Gustavo García, ¿cómo ha sido esa transición?

Tuvimos el apoyo de Iván Calderón quien estuvo en la producción, fue un gran respaldo para Tavo, porque se sintió apoyado. De todas maneras es una responsabilidad grande entrar a una agrupación que tiene cientos de conciertos en muchos lugares en Colombia y fuera del país, es obvio que quien llegue se ponga nervioso, y más aún si le dicen que va a grabar de una. Gustavo es un gran acordeonero, dio la talla y tiene todo nuestro apoyo.

¿Cómo lo eligió?

Entre varias opciones que escuché de lo que está sonando, de los que están grabando y de los que no también, pensé que era él quien más se prestaba a lo que hacemos en nuestra agrupación. También influyó su forma de ser, porque después de  la partida de esa gran persona que es Jimmy Zambrano, tremendo acordeonero y correcto en todo el sentido de la palabra, no voy a meter un loco así sea buen músico, porque no va con mi personalidad, no duraría dos días. Tavo es serio, un buen profesional y gran ser humano.

¿Cómo escogió los compositores para su disco?, ¿Hizo una convocatoria?

No. Nos envían muchas canciones todo el tiempo. Nos llegaban a Iván, al manager, al  equipo y a mí. De lo que reunimos elegimos y escogimos algunas composiciones de Iván Calderón como el primer sencillo, Lo que No me gusta de ti.

¿Cuál es la diferencia más marcada de este disco con respecto a los anteriores trabajos?

Que en cuanto a instrumentos está más sencillo, más liviano.  Fue menos complicada la mezcla, la base fue más caja, guacharaca y acordeón.

Cuéntenos sobre sus composiciones en el nuevo álbum

Hay cuatro composiciones mías, entre ellas un merengue. Las letras de mis cortes son vivencias como todos los vallenatos. Hay a agradecimientos a Dios, hay amor y desamor. Yo estaba preparado para este disco porque tenía mucho tiempo sin grabar y también bastantes composiciones. Al lado del productor Iván Calderón con quien nos conocemos desde El Binomio de Oro y a quien admiro mucho como bajista y guitarrista, montamos todo mi material y seleccionamos esas canciones que se incluyeron en el disco: Gracias Señor, Me Antojo, Toma Todo y Tuyo.

Se ha hablado por parte de estudiosos sobre una crisis en el vallenato actual, ¿qué opina?

El vallenato actual está como todos los géneros, hay de todo tipo: bueno, excelente y malo también, aunque hay que respetar cada propuesta que uno oye. A mí no me gusta decir tal trabajo es malo. Pero hay que ser sincero, no todo el mundo es bueno. Entonces hay para escoger.

Que de pronto la radio se esté yendo por una corriente que no la consideren tan vallenata, tan tradicional, eso es muy diferente, pero esos son factores que se van moviendo y luego vuelven y dan la vuelta. Quienes piensan que hay crisis quizá se están tomando una idea por lo que la radio programa, por lo que escuchan en ella, pero se sigue haciendo lo otro también. De los sencillos que suenan es responsable el artista, el sello, etc. es un conjunto de factores y no hay un único responsable. La difusión es así, y el vallenato no es ajeno a como se está moviendo la música mundial.

De hecho hay un fenómeno hoy en día que se debe tener en cuenta cuando se habla de canciones,  no sé cómo definirlo, pero antes teníamos más tiempo para contar la historia, ahora tenemos que ser más breves. Hay canciones de reggaeton que duran dos minutos,- lo digo con respeto de otros géneros- y eso a los muchachos les está gustando.  Entonces uno por muy duro que sea, no puede llegar a la radio, – donde otros géneros han calado con una información que está siendo exitosa comercialmente para bien o para mal -, con una propuesta tan lejana a lo que está sucediendo.

Ahora hay que decirlo todo más rápido, ya no tenemos el mismo tiempo de antes. Una canción de Omar Géles o de Luis Egurrola hoy va a ser más breve que una de Escalona, pero no va a dejar de ser vallenato por eso.  Hay que poner el vallenato a la par de lo que está pasando. No es cerrarse a la banda y decir que ya no son vallenatos porque ya no cuentan las historias aquellas.

Pienso que en nuestro caso ponemos los pies en las raíces y queremos conservar cosas. Hemos grabado con pitos, hemos participado con grupo de cuerdas, violines, chelo, etc. y  ahora publicamos un disco que es el más sencillo que hemos hecho. Pero  si yo quiero cantar más adelante una canción con una guitarra un acordeón y un violín, lo hago si me parece interesante y si suena bonito, no va a dejar de ser vallenato por eso.

Cómo ve el vallenato y el cambio de la industria

Esa transformación del mercado cambió la película, pero no la dañó. Es otra manera de llegar.  En estas épocas hay descargas, streaming, antes había acetato, que era más difícil de copiar, pero también había casetes para hacerlo.  Hoy ya tienes música en el aire, se puede decir.

Usted ha tocado en varios países, cuénteme sobre un show inolvidable

Viví una experiencia muy linda en Honduras, nunca pensé que tantas canciones mías fueran a ser éxito allá. Una cosa es llegar a una discoteca en Madrid y encontrarla llena de  colombianos, venezolanos y ecuatorianos, y otra, llegar a honduras y que la gente nativa te cante todas las canciones como si estuvieras aquí. Fue sorprendente.  Por eso hay que seguir trabajando, el vallenato tiene la ventaja de que a donde llega y le prestan atención, se les queda en el corazón.

En su disco «Sin fronteras 2» usted hizo una versión del tema Sulky de Gustavo Cerati, producida por “El Papa” Pastor, cuéntenos

Hicimos la canción porque Cerati era uno de los artistas que teníamos en la lista para invitar a grabar el pasado proyecto a dúos. Quien nos dio la idea de hacer algo con él fue  el representante de Sony para Latinoamérica, quien fue productor de Soda Estéreo. Él sabía que yo era seguidor de Soda y me dijo que esa gestión era algo posible. Por obvias razones no se pudo hacer. Cerati fue un músico muy talentoso. Esa canción él la grabó con Domingo Cura, el  percusionista argentino más importante del folclor, entonces nosotros para la versión buscamos al más duro que tenemos en la caja vallenata que es el maestro Rodolfo Castilla.

Jenny Cifuentes
Revista Shock

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